Termina hoy esta serie de entradas con las magníficas conferencias ofrecidas por el profesor y catedrático Daniel Vega Cernuda. La última conferencia de aquél año de Bach, el año 2000, dentro del ciclo organizado por la Fundación Juan March, versó sobre el componente especulativo de los últimos años de la obra de Johann Sebastian Bach.
El desengaño, el hastío, cansancio o simple evolución vital llevan a Bach a una situación anímica que le conduce hacia obras de enorme componente especulativo. No es algo único o demasiado llamativo ya que en el trayecto final del afán creativo de otros grandes compositores, esa exploración hasta las últimas consecuencias extremas de las virtualidad de su técnica es algo que se repite habitualmente. Es llamativo, en cambio, el que, a pesar de ser universalmente reconocida la calidad de esa faceta creativa de tan grandes compositores y ponderada su inmensa y sublime belleza, no son esas obras lo más popular de su creación. En el caso de Bach representa esa obra el fruto de una etapa final, una década prodigiosa, en la que se concentró sobre sí mismo para dejarnos su música más pura y más intensa. También la más abstracta, pero no por ello menos bella.
Pasamos pues, a la última de las conferencias impartidas por Daniel S. Vega Cernuda, que se ofreció el 3 de febrero de 2000.
Los archivos de las anteriores conferencias: